
¿El problema del agua en las excavaciones? Es probable que terrenos colindantes o estructuras cercanas a la excavación se vean afectadas por el flujo superficial y subterráneo del agua, cambios en el nivel freático de un terreno o bien por causas naturales o artificiales..
En una excavación, puede suponer problemas tanto en los trabajos a ejecutar como en los terrenos colindantes o estructuras a las que afecte dicha excavación.
¿Cómo podemos resolverlo?
Lo más adecuado es controlar el agua mediante drenajes o intentar mantener alejada el agua de la zona de los trabajos. Es probable que si no controlamos a tiempo una filtración, se puedan formar sifonamientos o roturas por erosión.
En los casos en donde se realizan perforaciones bajo nivel freático para ejecutar anclajes o bien en inyecciones; se pueden producir el famoso término «taponazo», es decir, la salida abrupta del agua o arrastres finos.
En el caso de realizar excavaciones, puede aparecer son la subsidencia, la erosión superficial, la erosión interna o tubificación, la inestabilidad de taludes, la inestabilidad del fondo o sifonamiento y el levantamiento del fondo.
Los trabajos previos que se puedan realizar en la zona del conocimiento del suelo en donde se van a realizar los trabajos, nos permitirán adoptar sistemas de control del agua que garanticen una construcción económica y segura.
Problemas más comunes en las excavaciones con agua
Subsidencia: Se debe a un descenso del nivel freático, el postulado de Terzaghi nos indica que el aumento de las tensiones efectivas provocará asientos.
Así mismo el aumento en el nivel freático puede provocar asientos en un suelo arcilloso si éste disminuye su consistencia, o bien en arenas al reducir su capacidad portante.
Deslizamiento de taludes: La inestabilidad del terreno es causada por el flujo de agua en el talud de una excavación, normalmente por el aumento de cargas que supone y por su menor resistencia a corte. La solución a este problema podría ser la realización de taludes de excavación más tendidos o bien con barreras.
Erosión superficial: Ésta se produce cuando el agua aflora en los taludes de una excavación provocando cárcavas por arrastre del terreno que comprometen su estabilidad y por otra parte debilita las bermas construidas en taludes altos.
Si protegemos la coronación y las bernas de los taludes con cunetas impermeables o con drenes que reciban el agua y la conduzcan a puntos de recogida y bombeo, daremos con la solución.
Erosión interna o tubificación (piping): El agua es el conductor de las partículas que fluyen entre los huecos del suelo.
Para solucionarlo, podemos usar filtros graduados o bien geotextiles, con ello reduciremos el gradiente hidráulico.
Levantamiento de fondo o taponazo (uplift): Este fenómeno se da cuando el peso del terreno no es capaz de equilibrar al empuje del agua.
Es muy importante contar con estudios previos de la zona en la que se van a realizar los trabajos no solo para evitar estos problemas, sino para evitar cualquier tipo de situación que pueda causar un accidente. El departamento técnico, deberá de forma inmediata analizar el problema aplicando, en su caso, las medidas correctoras oportunas.
Excavaciones Grasa, ¿Quiénes somos?
En Excavaciones Grasa contamos con más de 90 años de experiencia en trabajos de excavación y movimiento de tierras. Si necesitas información, puedes contactar con nosotros sin ningún compromiso a través de nuestro teléfono +34 976 30 31 32 o de nuestro correo electrónico info@excavacionesgrasa.com